HADA DEL BOSQUE
Entre los helechos de un vasto hayedo, en el Valle del Almiradío, a las puertas de los preciosos Pirineos Navarros, vive un pequeño ser mágico, la cual se despierta en los primaverales amaneceres buscando los suaves rayos del sol que sequen su cabello mojado por la fría escarcha. Tumbada al sol, entre las hojas caídas durante los meses anteriores, saborea los frutos que ha dado la tierra gracias a las últimas tormentas: pequeños brotes de hayucos que salieron de su letargo invernal, las blancas y aromáticas setas que se ocultan bajo el musgo, protegiéndose del frío nocturno y de las miradas indiscretas y toda clase de flores con pequeños pétalos, que con gran esfuerzo se abren paso entre la hojarasca.
Ella puede sentir cómo la fértil tierra que le rodea, alimenta el gran bosque que da cobijo a los corzos, jabalíes, ciervos y aves y por donde discurre, sobre blancas rocas esculpidas, un pequeño río de aguas claras y templadas que calma la sed de nuestra pequeña hada.
Tímida y también temerosa, sólo se deja ver por aquellos que con gran respeto y mimo acuden al bosque para disfrutar de la tranquilidad como ella.
Rencorosa y vengativa ante los explotadores de quien le da alimento, puede hacer que te pierdas, ocultando los caminos y oscureciendo el cielo bajo una inmensa tormenta.
Es la última de esta tierra.
¿ Podrás verla?
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