lunes, 24 de febrero de 2020

JUEGO DE NIÑOS


JUEGO DE NIÑOS:


El teléfono escacharrado, el teléfono estropeado,
un juego de niños en las tardes de verano,
bajo la sombra de un antiguo nogal,
un círculo cerrado, un corro sonoro de risas y carcajadas,
una simple palabra corre entre oídos y voces,
incomprensible para unos,
impronunciables para otros.

Y el mundo deja de girar para los infantes
entre susurros, murmullos y risotadas.
Lo que comienza con un inocente vocablo,
sigue su camino para convertirse en algo ininteligible.

Pero se pierde la ingenuidad y la sencillez de los chavales
en el pasar de la vida,
los niños crecen y aquel pasatiempo inocente deja de serlo,
para tornarse en rumores, cotilleos y malentendidos,
resguardados y ocultos entre las esquinas y rincones.
Lo que fue recreo y diversión
se transfigura en mentiras, dolor y sufrimiento,
en enemistades y sospechas.

Dejemos que los niños jueguen y se diviertan
pero aprendamos, que crecer no es, necesariamente,
 perder la candidez, la humildad y la humanidad.

domingo, 16 de febrero de 2020

VIDAS PASADAS


VIDAS PASADAS


En una de las últimas tardes de invierno, cuando el sol desaparece tras las montañas del Valle del Almiradío, y el frío regresa escondido entre las sombras, una chispa se convierte en llama bajo los troncos secos de un haya, creando luces cálidas de fuego en mi salón.

La sangre retorna a mis manos y mejillas y el calor primitivo del hogar se cuela entre mis doloridos huesos. Sentada en una butaca no puedo dejar de admirar una antigua danza, un baile a ritmo de susurros y chisporroteos. Poco a poco las llamas dejan paso a las brasas y cenizas, que me hechizan, arrastrándome a sueños de fuego de una vida pasada, en la que el calor de una hoguera se convierte en un infierno bajo mis pies, tan solo por ser una mujer sabia, por querer se una mujer libre, una sorgina decían.

Entre sudores y delirantes pesadillas, regreso con el sabor a pira todavía en mi boca, despierto frente a la lumbre que pide otra astilla más, en pos de avivar su fortaleza para hipnotizarme de nuevo, transportándome a delirantes y trastornadas vidas pasadas.