miércoles, 29 de mayo de 2019

PALABRAS


PALABRAS

Hace un tiempo, escuché una frase que me llegó a lo más profundo de mi ser, una frase que fue cimiento para mi profesión como educadora infantil en aquellos momentos. “Las palabras arrugan el corazón”, ¡¡¡ que verdad tan grande ¡¡¡, pues pensemos en las profundas arrugas que nacen en la más tierna infancia. Estas palabras se implantaron en mi mente sin darme cuenta, me acompañaron durante años y las quise, no solo poner en práctica, si no también, compartirlas con aquellas personas que me encontraba en el camino, intentando ser consciente de que mis palabras procuraran “no arrugar el corazón”.

Tiempo después, me di cuenta de lo evidente de esta frase, de lo que puede llegar a significar desde otro punto de vista, o tal vez, desde otro momento completamente diferente en la vida. Una evidencia clara y cristalina, sin artificios y a la vista de cualquiera que la quiera y pueda ver, simple y sencilla: “Las palabras alegran el corazón” Tan cierta, como que cada mañana amanece. Suena tan bonita, tan dulce y tierna, que solo escucharla de mis propios labios me produce una ligera sonrisa, una pequeña inyección de energía positiva, así que está versión, me resultó mucho más fácil ponerla en práctica y llevarla a cualquier rincón, a cualquier momento del día. Curiosas son las reacciones, incluso las propias, al desearle un buen día al panadero, al compañero, a la operadora o a la doctora que te atiende.

No pasó mucho tiempo, cuando empecé a pensar en estas dos frase, tan iguales y tan diferentes, con el mismo significado pero que me provocaban emociones diferentes. Desde la culpabilidad, preocupación, responsabilidad, hasta alegría, diversión, compasión, respeto… ¿Cuál de las dos es la correcta? La respuesta llegó con otras dudas ¿Acaso debo elegir una?, ¿quién me obliga a escoger? Y la bombilla se encendió con una luz tan blanca que no dejo lugar a sombras. Simplemente decidí quedarme con las dos, ya que son el reflejo la una de la otra, como nuestras propias manos unidas palma con palma.

Todos y todas somos responsables de que nuestras palabras no dañen, no culpabilicen , no destruyan y eduquen con respeto, compasión, ternura, alegría y humor.

DESEOS DE MUJER


DESEOS DE MUJER:

Deseo que mis pasos sean firmes, seguros, que no me impidan correr hacia adelante, saltar sobre la arena del mar, caminar sin prisa, bailar al son de cualquier ritmo, escalar montañas, recorrer miles de caminos, perderme en los laberintos, subir a lo más alto y bajar a los infiernos, huir o luchar por mí o por el mundo, quiero que los cabos de mi cuerpo sean libres de los tacones que secuestran nuestros ágiles movimientos,  para convertirnos en suaves ondulaciones que nos torturan desde los pies a la cabeza.

Anhelo que la tela que me envuelve y me protege, sea digna de las manos que la elaboraron en lugares remotos o cercanos, que no me asfixie, no me impida el movimiento y la independencia que merezco.

Aspiro sentir mi cabello danzar con el viento, humedecerse en mares sin muertos o bajo los ríos de aguas cristalinas de todo el mundo, sin que se enrede en los desechos que ahogan la vida de otras existencias.

Requiero que mi piel y la de los demás, no se queme bajo el sol arrasador cuando necesite agua incorrupta para saciar la sed, ni que el color de la fina cascara que recubre mi cuerpo sea el impedimento para una vida mejor.

Exijo disfrutar alimentándome, sabiendo con la mayor de las certezas, que los habitantes de esta tierra también podrán hacerlo.

Rehúso ser la mujer que castiga su cuerpo por la simple cifra que describe su cintura o se avergüenza al mostrar su esbelta, lucida e imperfecta figura.

Exijo que mi sexo no sea la razón por la que me aterrorice recorrer las calles bajo la luna o las estrellas, ni que otros piensen que pueden ser los dueños de mi cuerpo, de mi alma, de mi esencia.

Espero ser la mujer a la que se le valore por cómo es, por lo qué siente, por su inteligencia o su ignorancia, por el gusto de cultivarse, por la afición de experimentar, por sus errores, fracasos y éxitos, por la pasión de vivir, por la sabiduría acumulada en la universidad de la vida, dejando de lado el envoltorio de semejante regalo, sin ocultar ni disfrazar su rostro bajo una falsa máscara repleta de aderezos y adornos.

Ansío aprender a vivir sin las excesivas elecciones encubiertas, vestidas con trajes de necesidades vitales, instauradas por las grandes, embaucadoras y capciosas empresas o corporaciones que dirigen a los gobiernos, regímenes e imperios, implantándolos falacias de forma velada a través de nuestros sentidos, vaciando, una vez más, nuestros bolsillos del más ingrato y sucio de los papeles, cobrado a través del esfuerzo, sudor, tiempo e incluso, la vida.

Después de mirar en el espejo de mi interior, reconozco no encontrar a la mujer que desearía ser, pues a veces los ideales son quimeras imposibles, inalcanzables, pero no por ello no merecen nuestro afán para llegar a alcanzar lo más próximo de los propios sueños.

lunes, 13 de mayo de 2019

BESTIA Y BELLA



BESTIA Y BELLA


Resultado de imagen de FOTOS FLORES MORADAS

De madrugada, con el pelo enmarañado, los ojos hinchados y un sabor amargo en sus labios, Cayetana regresa del mundo de los sueños. Junto a ella duerme su único amor, pero también el monstruo de sus pesadillas más reales. Escucha su tranquila respiración, lenta, rítmica, profunda, con la calma que ella merece, pero no consigue alcanzar. Sus manos le han dado las más tiernas caricias, los abrazos más sinceros, pero también los golpes más certeros donde nadie más que él puede ver. Sus labios le han regalado los besos más dulces, las palabras más hermosas, pero también le han castigado, le han humillado y le han herido el corazón, donde nadie más que ella puede sentir.

Cansada, está tan cansada y dolorida que desearía dormir una eternidad.  Observa por última vez el hermoso rostro de su tirano protector y le premia con un beso, por todos los buenos momentos, anhela los tiempos pasados, en los que aquel hombre era sosegado y alegre. Se acurruca junto a él pensando como podría ayudarle y se duerme profundamente abrazada a sus recuerdos más bonitos.

Amanece y Francisco se despierta lentamente, descubriendo como Cayetana le abraza, dormida, demasiado dormida. Con leves movimientos se aparta de ella intentando no despertarla y toma unos segundos para ver el rostro de porcelana de la mujer que aún lo ama. Acerca sus labios a la blanca mejilla de su princesa y nota un escalofrío por todo el cuerpo. Sigiloso deja la habitación, se viste y sale a correr como cada mañana, intentando olvidar los insultos y los golpes que su mujer no merecía la tarde anterior. Era la primera y única vez que se sentía culpable y en un momento dado, echando la vista atras se da cuenta de la bestia monstruosa en el que se había convertido. Exhausto por sus pensamientos se sienta en un banco y rompe a llorar por su maravillosa Cayetana y decide que jamás volverá a hacerle daño, se jura a si mismo buscar la ayuda necesaria para matar a su demonio interno.
Cayetana yace en la cama, donde su deseo se ha hecho realidad, dormida, demasiado dormida, muerta para la eternidad a causa de los golpes recibidos, mientras su asesino, su querido Francisco, regresa sintiéndose un nuevo hombre al que le espera la mejor de las vidas junto a la mujer más bella y noble.

 NI UNA MENOS