BESTIA Y BELLA

De madrugada, con el pelo
enmarañado, los ojos hinchados y un sabor amargo en sus labios, Cayetana regresa
del mundo de los sueños. Junto a ella duerme su único amor, pero también el
monstruo de sus pesadillas más reales. Escucha su tranquila respiración, lenta,
rítmica, profunda, con la calma que ella merece, pero no consigue alcanzar. Sus
manos le han dado las más tiernas caricias, los abrazos más sinceros, pero
también los golpes más certeros donde nadie más que él puede ver. Sus labios le
han regalado los besos más dulces, las palabras más hermosas, pero también le
han castigado, le han humillado y le han herido el corazón, donde nadie más que
ella puede sentir.
Cansada, está tan cansada y dolorida
que desearía dormir una eternidad. Observa
por última vez el hermoso rostro de su tirano protector y le premia con un beso,
por todos los buenos momentos, anhela los tiempos pasados, en los que aquel
hombre era sosegado y alegre. Se acurruca junto a él pensando como podría
ayudarle y se duerme profundamente abrazada a sus recuerdos más bonitos.
Amanece y Francisco se despierta
lentamente, descubriendo como Cayetana le abraza, dormida, demasiado dormida.
Con leves movimientos se aparta de ella intentando no despertarla y toma unos
segundos para ver el rostro de porcelana de la mujer que aún lo ama. Acerca sus
labios a la blanca mejilla de su princesa y nota un escalofrío por todo el
cuerpo. Sigiloso deja la habitación, se viste y sale a correr como cada mañana,
intentando olvidar los insultos y los golpes que su mujer no merecía la tarde
anterior. Era la primera y única vez que se sentía culpable y en un momento
dado, echando la vista atras se da cuenta de la bestia monstruosa en el que se
había convertido. Exhausto por sus pensamientos se sienta en un banco y rompe a
llorar por su maravillosa Cayetana y decide que jamás volverá a hacerle daño,
se jura a si mismo buscar la ayuda necesaria para matar a su demonio interno.
Cayetana yace en la cama, donde su
deseo se ha hecho realidad, dormida, demasiado dormida, muerta para la
eternidad a causa de los golpes recibidos, mientras su asesino, su querido
Francisco, regresa sintiéndose un nuevo hombre al que le espera la mejor de las
vidas junto a la mujer más bella y noble.
NI UNA MENOS
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