domingo, 14 de abril de 2019

LA DOBLE CARA DE LA SOLEDAD


LAS DOS CARAS DE LA SOLEDAD:


Sentada bajo el sol de primavera y con la mirada perdida hacia el horizonte, María se había extraviado en sus pensamientos. Oía sus propios latidos, sola y triste, había olvidado como vivir. Por sus mejillas corría ríos de lágrimas mientras ahogaba gritos de angustia que se atragantaban en su garganta. Joven, inteligente y bonita, María había dejado de soñar para dejarse arrastrar a su propio infierno lleno de miedos y fantasmas. La soledad había ganado una guerra que María no supo lidiar, para dejarla postrada ante el mundo y ante sin misma.

Sentada bajo el sol de primavera y con la mirada perdida hacia el horizonte, María se había extraviado en sus pensamientos. Oía sus propios latidos, oía su propia vida y reflexionaba sobre todas sus posibilidades. Se oyó tararear una canción, mientras se dejaba arrastrar a sus propios sueños de futuro. Joven, inteligente y bonita, había encontrado en la soledad una amiga y compañera, la cual le había abierto las puertas al mundo de la imaginación y la creatividad para convertirla en la artesana de su propia vida. Hoy había decidido disfrutar del calor de los rayos del sol y del trinar de los pájaros, sentada ante la vista de preciosos montes cubiertos de hayas, donde los primeros brotes teñían de color esperanza todo su alrededor.

¿Cuál es tu actitud ante la vida?

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