LLAMADA TELEFÓNICA :
Suena el teléfono, el teléfono fijo y por supuesto no es inalámbrico. Sospecho que va a ser una llamada larga porque empiezo a notar que tengo la oreja caliente cuando ya llevo quince minutos escuchando y todavía no he abierto la boca.
Tengo un papel al alcance y un bolígrafo. Mira que suerte.
Se acaba la llamada. Buf, tengo la oreja planchada.
Es de los días en los que no te apetece hablar con nadie pero vuelve a sonar el dichoso teléfono.
Es la operadora de mi compañía telefónica, respiro hondo y vuelvo a escuchar mientras el bolígrafo vuelve a estar en mi mano y se pasea por el papel.
- No señorita, no estoy interesada - No se cuantas veces he repetido la misma frase.
Se despide . Cuelgo.
La estadística de mi casa es que tenga un llamada al fijo una vez al día, hoy lo he duplicado así que no volverá a sonar hasta pasado mañana.
Me siento en el sofá y me espachurro. Diez minutos más tarde cuando empiezo a ser parte del sofá ..... Rin Rin Rin
- ¡ No puede ser, venga hombre ! - No sólo lo pienso, lo digo en alto aunque estoy sola.
Es una encuesta para no se qué. Atiendo al que se presenta como Sebastián con educación y vuelvo a tener el boli a mano.
Hora de cenar, esta vez llamo yo a mis padres, como cada día más o menos a la misma hora nos hacemos el tercer grado de lo qué hemos hecho, qué hemos comido, qué vamos a cenar y algún cotilleo, no más de quince minutos. Se me esta acabando la tinta del bolígrafo, abro el cajón de la mesita .... ¡toma ya! Hay otro.
Me voy a la cama, paso por delante del teléfono y lo que me encuentro me sorprende:
¿ Y a ti?
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