AKILES
Había una vez un precioso perro llamado Akiles que vivía con una familia muy especial a la que cuidaba y daba muchas alegrías. Le gustaba jugar con las pelota, cuidar de sus dueñas y si en algún momento las veía tristes, intentaba animarlas dándoles grandes lamentazos en la cara, como si fueran besos. Vivía en una casa donde se acogían gatos abandonados y Akiles se encargó de darles cariño y cuidarlos como si fueran sus hermanos. Durante 9 años se convirtió en uno más de la familia, hasta que por desgracia enfermó de un sarcoma y murió dejando un vacío y un dolor en los corazones de toda la familia.
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