lunes, 10 de agosto de 2020

PARÉNTESIS

 

PARÉNTESIS


Recostada sobre la cama, junto a una ventana abierta al mundo, escucho con placer las gotas de aguacero precipitándose con ímpetu sobre la tierra sedienta. En la penumbra de la noche, consigo vislumbrar la danza de las ramas de una higuera al ritmo del salvaje viento, que mitiga el final de un sofocante día y el comienzo de otro.

En la hora de las brujas, los ya lejanos truenos de la tormenta, son para mi una nana que me acuna invitándome al país de los sueños, pero hoy deseo contemplar las siluetas de las montañas navarras bajo los destellos de la electrizante luz que cae del cielo. Hago un último esfuerzo para mantener abiertos mis ojos cansados, para despedirme con gratitud de este paréntesis en un caluroso y peculiar verano, pero acabo por sucumbir cuando el viento cesa paulatinamente, llevándose consigo las recias y densas nubes, dejando al descubierto un firmamento nocturno lleno de centelleantes estrellas. El canto de cuna por hoy ha concluido, y yo por fin logro sumergirme entre ligeros, frescos y dulces sueños.

3 comentarios:

  1. Que bella descripción de una noche de tormenta en un verano tan caluroso como el que nos ha tocado este año . Palabras preciosas Lucia .

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  2. Linda descripción de una de mis noches preferidas, sobre todo en un verano así, lastima que desde mi ventana no vea ese bello paisaje, pero con tus palabras es como si lo tuviera cerca, gracias princess

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