CON LA LLEGADA DEL VERANO
Todos cambiamos a lo largo de la vida, porque nuestras propias
vivencias, buenas, maravillosas, malas y horrorosas, modifican nuestra forma de
pensar y por lo tanto también nuestra actitud y nuestras acciones.
Superada la depresión y la bulimia no hace mucho tiempo, con gran
esfuerzo, sudor, lágrimas y mucha ayuda, he conseguido reajustar ciertas actitudes
y aceptarme tal y como soy, pero sobre todo he descubierto que me gusto. Soy
una persona creativa, valiente, luchara, pacifista, empática, educada,
precavida, compasiva, curiosa, honesta, asertiva, insistente… además, por
supuesto, tengo grandes y pequeños defectos que me completan y me convierten en
una buena persona.
Con la llegada del buen tiempo, se acerca el ir y venir a
playas, piscina, ríos, lagos y pantanos, y os aseguro que yo soy una persona
que disfruta con los chapuzones como la que más, de hecho, en alguna de mis
vidas pasadas debí ser algún ser marino, pero a día de hoy sigo teniendo un
problemilla que me condiciona. Restos de la enfermedad que sigo arrastrando, aunque
sé que no nos soy la única en pasar por esto. Es el temido momento de ponerme en
bañador, y no solo ante los demás, ya que tan solo mirarme al espejo me resulta
bastante incomodo, porque en conjunto solo veo defectos. Caderas anchas,
piernas gordas y celulíticas, tripa flácida, brazos fuertes… aunque en mi parte
de mi cerebro repite una y otra vez que sigo siendo la misma persona.
Lo cierto, es que probablemente, sea más critica conmigo
misma que lo que puedan ser los demás, así que hoy he decidido hacer un
ejercicio frente a mi enemigo, el espejo. He dedicado un buen rato a observar
cada parte de mi cuerpo, viendo todo lo positivo que tengo, aunque no cumpla
con los falsos cánones de belleza sociales que nos han metido a fuego. Tengo
una estatura media con cuerpo grueso pero proporcionado, unos ojos bonitos, de
color verde oliva y con vista perfecta, de naturaleza rubia, da igual el corte
de pelo que me haga, porque casi siempre me sientan bien, además tengo la
suerte de que me crece rápido por lo que puedo cambiar de look a mi antojo. Labios
carnosos, que no suelo maquillar, y dentadura perfecta gracias a la ortodoncia,
por lo que tengo una bonita sonrisa. Brazos fuertes, para sujetar a quien lo
necesite, manos trabajadas, sobre todo para crear y escribir, pies firmes y fuertes,
pocas veces me salen ampollas o rozaduras, me encanta andar descalza sobre cualquier
suelo para sentir la dureza de las piedras, la hierba recién cortada o el frio
barro bajo mis pies. Piel dura, que cura las heridas con
facilidad y se dora incluso bajo la sombra de un buen nogal.
Mi cuerpo no hace que sea ni mejor ni peor persona, porque
sigo siendo la misma persona. Se que no puedo separar mente y cuerpo, soy todo
uno, si mi mente esta sana, mi cuerpo también y viceversa y eso es lo fundamental.
Sigo siendo perfectamente imperfecta.
Ole, por una mujer bella, por dentro y por fuera mis felicitaciones, preciosa
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