jueves, 17 de enero de 2019

MENTIRAS

MENTIRAS:


Hace un tiempo me contaron una mentira, pequeña, menuda, apenas visible al ojo humano, tan rápida que se me escapó de las manos y fue a esconderse a mi armario. Tan chiquita que no le presté atención e hice como si no existiera y entonces una segunda mentira surgió de la nada para correr junto a la primera. Allí se escondieron las dos, unidas, entre mis vestidos, camisas y abrigos más cálidos. Allí se aposentaron la mentira que me contaron y la que me conté yo para vivir al abrigo de la oscuridad, alimentándose de mis pertenencias más personales. Como las cucarachas, empezaron a llegar más mentiras, engaños y falsos secretos que se colaban por la cerradura, mientras yo miraba hacia otro lado. Fueron tantas y se hicieron tan grandes que después de un tiempo las puertas cedieron para dejar salir aquel enjambre de desengaños. En ese momento abrí los ojos para descubrir que todas ellas se habían alimentado de toda mi ropa, dejándome desnuda ante mi misma y ante el mundo. Ya no me quedaba nada con qué cubrirme, así que decidí dejar las puertas abiertas de mi armario para que todo lo que quiera entrar también pueda salir, para dejar que  luz cubra las sombras y para poder ver aquello que no es cierto.

Después de limpiar mi armario de los despojos, me fui de rebajas para comprarme nuevos vestidos, camisas y abrigos.

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