OCHAGAVÍA

OCHAGAVÍA

Para mi, uno de los pueblos de referencia de Navarra, seguramente porque lo tengo cerca pero también es de los más hermosos. Conserva sus calles de piedra, imposibles para aquellas que quieran presumir de tacones, sus casas de piedra, antiguas, que si pudieran hablar nos contarían mil historias. Con tejados tan inclinados que parecen que las lajas de piedra, estratégicamente colocadas, pueden resbalar y  caerte encima pero que protegen a las majestuosas casas de las copiosas nevadas invernales.

Por Ochagavía transcurre el río Anduñaa, de aguas bravas en invierno y frías en verano que parece dividir al pueblo en dos. Este río recoge las aguas meridionales de la Sierra de Abodi, lugar de visita indispensable, que al unirse con el río Zatoya a la salida del pueblo forman el caudaloso río Salazar, que da nombre al valle por el que transcurre.

Todo esto viene a que una de estas calurosísimas tardes necesitábamos, mi marido y yo, buscar un lugar fresco en el que estar y decidimos acercarnos a Ochagavía, ya que la temperatura suele ser más agradable y aunque cuando llegamos a eso de las 8 de la tarde el calor seguía apretando, en poco rato pudimos disfrutar de una agradable temperatura  suavizada por la cercanía de los Pirineos que nos animó a dar un pequeño paseo por alguna de sus calles, en las que encontré maravillosos jardines en su máximo esplendor y cuidados con cariño.

Ochagavía ofrece gran cantidad de posibilidades tanto para disfrutar de la naturaleza en cualquier estación del año, como de la gastronomía en  sus bares y restaurante y  la cultura Navarra, preparado para el turismo sin perder el encanto de un antiguo y hermoso pueblo Navarro.