ANTIGUOS MARES
A veces, desde lo alto de las
montañas sueño con la belleza de los inmensos océanos:
Con el sabor a sal en los labios.
Con la fina y tibia arena bajo los
pies descalzos.
Con el pelo bailando al ritmo de la
brisa que llega de un horizonte lejano.
Con el sonido de las olas y la blanca
espuma al morir en las playas.
Con el sol cegador del mediodía que dora
la piel que nos envuelve.
Con el aroma del alma ancestral de
las profundidades que calma mil temores.
A veces, desde lo alto de las
montañas sueño con antiguos y limpios mares que ya no existen.
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