EL VIRUS DE UNA CORONA:
EL VIRUS DE UNA CORONA
Érase una vez una partida de ajedrez.
Érase una vieja y destronada reina que en
pie quedaba frente a un pueblo unido.
Érase una antiguo y avaricioso rey que
aprovechó un ataque imprevisto para enrocarse en una esquina.
Los alfiles, perdidos ante semejante
contratiempo, se deslizaban sin ton ni son por el majestuoso tablero.
Fueron los valientes caballos quienes
tomaron las riendas de la batalla, protegiendo y acompañando a los peones, que
acabaron por unirse a sus propios enemigos, convirtiéndolos en amigables
vecinos.
Mientras tanto la apolillada corona, acabó
por desaparecer tras la voracidad del virus de la codicia y la mentira.
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