CAPÍTULO 5
Alexandra parpadeaba asombrada, intentando recuperar su visión ahora borrosa, tan sólo distinguía una luz blanca frente a ella. Ya no sentía la lluvia sobre su piel, ni el calor de la fina arena, la tormenta había desaparecido junto al sol, a su alrededor sólo había oscuridad, mientras, frente a ella, una intensa luz artificial le ayudaba a aterrizar de su fantasía.
Sentada delante de su ordenador,había conseguido terminar un pequeño relato de ciencia ficción que presentaría en el próximo concurso de su ciudad. Miró la hora y rapidamente apago el ordenador, llegaba tarde a la clínica donde trabajaba. Recorrió las calles en su bicicleta, mientras en su cara se reflejaba una sonrisa.
Fin ?
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