viernes, 13 de noviembre de 2020

MITXI

 

MITXI


Hoy necesito compartir una historia real que he vivido en propias carnes, algo que pasa habitualmente en zonas rurales y ciudades desde tiempos inmemoriales, mientras muchos miran hacia otro lado. Es un grito al ver el desamparo legal de una situación demasiado habitual, arcaica, salvaje e injusta.

Mitxi nació en mi casa el 29 de junio del 2020, pequeña, inocente y desvalida después de que su madre Missi se recuperara durante tres largos mese de una paliza que le dejo la cadera dislocada y las patas traseras fracturadas. No podía alimentarse por sus propios medios así que se arrastró hasta mi puerta pidiendo socorro. No dudé en ofrecerle un hogar donde protegerse y sanar sus heridas. La confianza total en el ser humano jamás la volvió a recuperar, pero aquí, escondida, parió una sola cría, aun no se cómo puedo hacerlo con semejante cuerpo famélico y dolorido. Poco a poco dejó que me acercara a ella y a su cría, pero no he conseguido sentir su pelaje entre mis manos, ella solo me acompaña como una sombra allí donde voy. Después de varias semanas ofreciéndoles una cama mas confortable ella aceptó un trato: yo daba y ella cogía sin pedir nada a cambio, pero aquella pequeña criatura despeluchada en poco tiempo abrió sus preciosos ojos azules y me robó parte del corazón. Creció a salvo, alimentada, cuidada, pero sobre todo querida, con la libertad de ir y venir cuando las dos quisieran, jamás les faltó una cama caliente por las noches y ratos de juegos y diversión al aire libre, porque no tuvieron dueño, no tuvieron un amo, pero si una familia.

Mitxi creció esperando su primera visita al veterinario, pero la curiosidad innata de los felinos fue su perdición cuando apenas había cumplido los cinco meses de vida. Murió tirada, sola y ocultada intencionadamente entre los bojes, después de que un perro educado, si educado, para matar gatos la sorprendiera a tan solo unos metros de su hogar, como le ha pasado a muchos otros gatos de la zona. Después de vivir con rabia y dolor semejante barbarie he buscado ayuda para que estas costumbre salvajes e innecesarias cesen, y me encuentro con leyes absurdas e inútiles, pues aunque se nos llene la boca de la lucha por la protección de animales domésticos o salvajes, resulta que si no están bien identificados, catalogados y desprovistos de su libertad pueden ser impunemente asesinados a palazos, martillazos o descuartizados, y para aquellas personas, como yo, que son capaces de entender que puede existir un equilibrio beneficioso con medios dignos, adecuados y legales, una simbiosis entre las colonias felinas y las poblaciones, deben saber que si quieren justicia, no la encontraran.  Se encontrarán con una multa por alimentarlos y cuidarlos mientras que a buenas personas con malas costumbre que les convierte en maltratadores,  seguirán a sus anchas.

Hoy Missi, llora por las noche la muerte de su cría, la pequeña Mitxi, acurrucada sola en su cama , esperando su regreso y yo la miro, impotente  por no poder abrazarla, por no poder compartir su dolor y darle el consuelo que se merece.



2 comentarios:

  1. Hola corazón, soy la locutora del cofre, ya ves que esto funciona xD. Cómo me dolió leer esta entrada. Vivimos en un país en el que valen más las apariencias, papeles, certifiaciones etc, que un cumplimeinto real de los derechos de cualquier ser vivo. Y así nos va. Qué pena que tenga que llorar sola.

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    1. Hola Zannia. La verdad que es muy triste que se acabe con la vida de los gatos así, teniendo en cuenta el cariño que nos dan y el beneficio para los habitantes. Espero que pronto esto cambie.
      A día de hoy, Missi esta mas tranquila y está preñada de nuevo así que pronto tendrá compañía aunque yo siempre me acordare de Mitxi, era única.

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