MITXI
Hoy necesito compartir una
historia real que he vivido en propias carnes, algo que pasa habitualmente en
zonas rurales y ciudades desde tiempos inmemoriales, mientras muchos miran
hacia otro lado. Es un grito al ver el desamparo legal de una situación
demasiado habitual, arcaica, salvaje e injusta.
Mitxi nació en mi casa el 29 de junio
del 2020, pequeña, inocente y desvalida después de que su madre Missi se
recuperara durante tres largos mese de una paliza que le dejo la cadera
dislocada y las patas traseras fracturadas. No podía alimentarse por sus
propios medios así que se arrastró hasta mi puerta pidiendo socorro. No dudé en
ofrecerle un hogar donde protegerse y sanar sus heridas. La confianza total en
el ser humano jamás la volvió a recuperar, pero aquí, escondida, parió una sola
cría, aun no se cómo puedo hacerlo con semejante cuerpo famélico y dolorido.
Poco a poco dejó que me acercara a ella y a su cría, pero no he conseguido
sentir su pelaje entre mis manos, ella solo me acompaña como una sombra allí donde
voy. Después de varias semanas ofreciéndoles una cama mas confortable ella
aceptó un trato: yo daba y ella cogía sin pedir nada a cambio, pero aquella
pequeña criatura despeluchada en poco tiempo abrió sus preciosos ojos azules y
me robó parte del corazón. Creció a salvo, alimentada, cuidada, pero sobre todo
querida, con la libertad de ir y venir cuando las dos quisieran, jamás les
faltó una cama caliente por las noches y ratos de juegos y diversión al aire
libre, porque no tuvieron dueño, no tuvieron un amo, pero si una familia.
Mitxi creció esperando su primera
visita al veterinario, pero la curiosidad innata de los felinos fue su
perdición cuando apenas había cumplido los cinco meses de vida. Murió tirada,
sola y ocultada intencionadamente entre los bojes, después de que un perro
educado, si educado, para matar gatos la sorprendiera a tan solo unos metros de
su hogar, como le ha pasado a muchos otros gatos de la zona. Después de vivir
con rabia y dolor semejante barbarie he buscado ayuda para que estas costumbre
salvajes e innecesarias cesen, y me encuentro con leyes absurdas e inútiles,
pues aunque se nos llene la boca de la lucha por la protección de animales domésticos
o salvajes, resulta que si no están bien identificados, catalogados y desprovistos
de su libertad pueden ser impunemente asesinados a palazos, martillazos o
descuartizados, y para aquellas personas, como yo, que son capaces de entender
que puede existir un equilibrio beneficioso con medios dignos, adecuados y
legales, una simbiosis entre las colonias felinas y las poblaciones, deben
saber que si quieren justicia, no la encontraran. Se encontrarán con una multa por alimentarlos
y cuidarlos mientras que a buenas personas con malas costumbre que les convierte en maltratadores, seguirán a sus anchas.
Hoy Missi, llora por las noche la
muerte de su cría, la pequeña Mitxi, acurrucada sola en su cama , esperando su
regreso y yo la miro, impotente por no
poder abrazarla, por no poder compartir su dolor y darle el consuelo que se
merece.
Hola corazón, soy la locutora del cofre, ya ves que esto funciona xD. Cómo me dolió leer esta entrada. Vivimos en un país en el que valen más las apariencias, papeles, certifiaciones etc, que un cumplimeinto real de los derechos de cualquier ser vivo. Y así nos va. Qué pena que tenga que llorar sola.
ResponderEliminarHola Zannia. La verdad que es muy triste que se acabe con la vida de los gatos así, teniendo en cuenta el cariño que nos dan y el beneficio para los habitantes. Espero que pronto esto cambie.
EliminarA día de hoy, Missi esta mas tranquila y está preñada de nuevo así que pronto tendrá compañía aunque yo siempre me acordare de Mitxi, era única.